Dadores de gracia
DESCARGAR PDF 0.00 KB 159 descargasDios nos ha escogido como recipientes de su gracia perdonadora y transformadora a través del sacrificio de Jesucristo al perdonar nuestros pecados en el derramamiento de su sangre en la cruz del Calvario. Dicha gracia nos ha sido dada para que practiquemos una vida de constante perdón hacia los que nos han ofendido y pecado contra nosotros.
Perdonar al que no se lo merece es una característica esencial de un cristiano porque es un reflejo de haber recibido el perdón de Dios para su salvación que no merecía.
Recibimos perdón por gracia, para dar perdón también por gracia.
“21Entonces se le acercó Pedro y le dijo: «Señor, si mi hermano peca contra mí, ¿cuántas veces debo perdonarlo? ¿Hasta siete veces?» 22 Jesús le dijo: «No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. 23» Por eso, el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. 24Cuando comenzó a hacer cuentas, le llevaron a uno que le debía plata por millones. 25Como éste no podía pagar, su señor ordenó que lo vendieran, junto con su mujer y sus hijos, y con todo lo que tenía, para que la deuda quedara pagada. 26Pero aquel siervo se postró ante él, y le suplicó: “Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.” 27El rey de aquel siervo se compadeció de él, lo dejó libre y le perdonó la deuda. 28Cuando aquel siervo salió, se encontró con uno de sus consiervos, que le debía cien días de salario, y agarrándolo por el cuello le dijo: “Págame lo que me debes.” 29Su consiervo se puso de rodillas y le rogó: “Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.” 30Pero aquél no quiso, sino que lo mandó a la cárcel hasta que pagara la deuda. 31Cuando sus consiervos vieron lo que pasaba, se pusieron muy tristes y fueron a contarle al rey todo lo que había pasado. 32Entonces el rey le ordenó presentarse ante él, y le dijo: “Siervo malvado, yo te perdoné toda aquella gran deuda, porque me rogaste. 33 ¿No debías tú tener misericordia de tu consiervo, como yo la tuve de ti?” 34Y muy enojado, el rey lo entregó a los verdugos hasta que pagara todo lo que le debía. 35Así también mi Padre celestial hará con ustedes, si no perdonan de todo corazón a sus hermanos.»”