Hebel: Cómo vivir en un mundo fugaz
DESCARGAR PDF 0.00 KB 207 descargas“1Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén. 2¡Vanidad de vanidades! ¡Vanidad de vanidades! ¡Todo es vanidad! —Palabras del Predicador. 3¿Qué provecho saca el hombre de todos sus trabajos y de todos sus afanes bajo el sol? 4Una generación se va, y otra generación viene, pero la tierra permanece para siempre. 5El sol sale, el sol se pone, y vuelve presuroso al lugar de donde se levanta. 6El viento gira hacia el sur, y da vueltas por el norte; va girando sin cesar, y vuelve a girar el viento. 7Todos los ríos van al mar, y el mar jamás se llena. Y los ríos vuelven al lugar de donde salieron, para volver a recorrer su camino. 8Todas las cosas fatigan más de lo que es posible expresar. ¡Los ojos nunca se cansan de ver, ni se fatigan los oídos de oír! 9¿Qué es lo que antes fue? ¡Lo mismo que habrá de ser! ¿Qué es lo que ha sido hecho? ¡Lo mismo que habrá de hacerse! ¡Y no hay nada nuevo bajo el sol! 10No hay nada de lo que pueda decirse: «¡Miren, aquí hay algo nuevo!», porque eso ya existía mucho antes que nosotros. 11Nadie recuerda lo que antes fue, ni nadie que nazca después recordará lo que está por suceder.” —Eclesiastés 1.1–11, RVC