Los mercenarios
DESCARGAR PDF 0.00 KB 105 descargasEscucha aquí el sermón
Los mercenarios no son únicamente los que salen en las películas con ametralladoras y trajes militares, también los hay entre los cristianos y no se visten así. Los cristianos muy raramente considerarían verse como mercenarios o usureros que se aprovechan de la necesidad y la pobreza de otras personas. Pero si quieres saber que es posible que un cristiano caiga en esas prácticas feas, estás en el lugar adecuado para descubrirlo por medio de este pasaje. Es probable que descubras que tú has sido un cristiano mercenario, si así fuera, no te avergüences de eso, pues aquí Nehemías se entera de que algunos judíos eran mercenarios que estaban pecando de usureros contra sus propios hermanos del pueblo de Dios que estaban en la pobreza.
Nehemías 5.1-19, BTX
“1Entonces hubo un gran clamor del pueblo y de sus mujeres contra sus hermanos judíos, 2porque había quienes decían: Nosotros, nuestros hijos y nuestras hijas somos muchos, y necesitamos grano para comer y vivir. 3Y había quienes decían: Hemos empeñado nuestros campos, nuestras viñas y nuestras casas para obtener grano durante la hambruna. 4Había otros que decían: Hemos tomado dinero prestado para el tributo del rey, y eso sobre nuestros campos y viñedos. 5Ahora bien, nuestra carne es como la carne de nuestros hermanos, sus hijos como nuestros hijos, y he aquí que vamos sujetando a servidumbre a nuestros hijos y a nuestras hijas; y hay hijas nuestras ya esclavizadas, sin que nosotros podamos rescatarlas, puesto que nuestros campos y nuestras viñas ya son de otros. 6Cuando escuché su clamor y esas palabras me indigné en gran manera, 7y mi corazón se turbó dentro de mí, y reprendí a los principales y a los prefectos, y les dije: ¿Vosotros cobráis usura, cada uno a su hermano? Y convoqué a una gran asamblea contra ellos, 8y les dije: Nosotros, según nuestras posibilidades, hemos rescatado a nuestros hermanos judíos que tuvieron que venderse a los gentiles; y vosotros, ¿venderéis a vuestros hermanos después de ser rescatados por nosotros? Y ellos callaron, porque no hallaron respuesta. 9Y agregué: No es bueno lo que hacéis, ¿no deberíais andar en el temor de nuestro Dios, a causa del oprobio de nuestros enemigos los gentiles? 10También yo y mis hermanos y mis criados les hemos prestado dinero y grano. ¡Renunciemos ahora a esta usura! 11Os ruego que les devolváis hoy sus campos, sus viñas, sus olivares y sus casas, y renunciad a la usura que les demandáis por el dinero, por el grano, por el vino nuevo y por el aceite. 12Entonces respondieron: Lo devolveremos y no lo requeriremos más. Haremos así como tú dices. Entonces convoqué a los sacerdotes y les hice jurar que harían conforme a este asunto. 13Y sacudí mi regazo y dije: ¡Así sacuda [EL SEÑOR] de su Casa y de su beneficio a todo aquel que no cumpla esta promesa! ¡Así sea sacudido y vaciado! Y toda la congregación respondió: ¡Amén! Y alabaron a [EL SEÑOR]. El pueblo hizo conforme a este asunto. 14Además, desde el tiempo en que fui designado gobernador en la tierra de Judá, desde el año vigésimo hasta el año trigésimo segundo del rey Artajerjes, esto es, doce años, ni yo ni mis hermanos comimos el pan del gobernador. 15Y aunque los gobernadores que fueron antes de mí subyugaban al pueblo y les cobraban más de cuarenta siclos de plata por el pan y por el vino, y aun sus criados oprimían al pueblo, yo no lo hice, a causa del temor de Dios. 16En cambio, tomé parte en la obra de este muro, y no adquirí campo alguno, y todos mis criados han estado reunidos para la obra. 17Además, de los judíos y de los prefectos había en mi mesa ciento cincuenta hombres, sin contar los que venían a nosotros de los países vecinos. 18Y lo que se preparaba para un solo día era un buey y seis ovejas escogidas, y también me preparaban aves, y una vez cada diez días toda clase de vinos. A pesar de todo esto, nunca exigí el pan del gobernador, porque el trabajo era pesado para este pueblo. 19Acuérdate de mí para bien, oh Dios mío, de todo lo que hice por este pueblo.”