Todos murieron
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Naturalmente los hombres tendemos a aferrarnos a la vida y a este mundo que cada ves está más corrompido por el pecado. Nos aterra el hecho de pensar que un día tendremos que morir. Incluso hay muchas personas que tienen pánico hablar o mencionar la muerte.
Aunque los hombres temen morir, no les da temor el hecho de que todos los días pecan contra un Dios Santo. Que no solo puede destruir el cuerpo sino también el alma en el infierno. (ECC)
Y esta ha sido la respuesta de Dios ante la desobediencia de los hombres; Él ha dispuesto que deben morir espiritual y físicamente en consecuencia. Leonard Ravenhill cuenta esta anécdota: “Alguien me preguntó ¿usted ora por los muertos? y yo le respondí: No, yo les predico”.
Hoy como creyentes somos llamados a aprender del origen de la muerte y del pecado, al hacerlo, responder con un corazón sumiso, agradecido y dispuesto a servir a Dios por darnos vida espiritual por gracia a través de la fe en su hijo. (PROP)
—Romanos 5.12-14; NBLA:
“12Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y por medio del pecado la muerte, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron. 13Pues antes de la ley había pecado en el mundo, pero el pecado no se toma en cuenta cuando no hay ley. 14Sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, aun sobre los que no habían pecado con una transgresión semejante a la de Adán, el cual es figura de Aquel que había de venir.”
